Tras ocho años de espera, la donación que la maestra Lucy Tejada le hiciera a la ciudad podrá ser apreciada por los pereiranos y los visitantes, en el museo inaugurado este martes 17 de diciembre en el Centro Cultural que lleva el nombre de la maestra pereirana. Son en total 163 obras, acompañadas de elementos que dan cuenta de su vida y su obra, que permiten hacerse una idea de la técnica, los temas y las exploraciones artísticas de esta mujer, considerada pionera del arte moderno en Colombia

El Museo Lucy Tejada, ubicado en los exteriores del centro Cultural, ofrecerá en principio algunas visitas guiadas, hasta comienzos del próximo año, cuando se espera que pueda ser visitado por un público cada vez más numeroso.

Las adecuaciones que permitieron la apertura de este museo hacen parte de las obras de remodelación del centro Cultural, que incluyó impermeabilización de las terrazas, cambio de la cubierta, pintura y la construcción de dos salones para la Escuela de Formación Cultural. El montaje y en general, el componente museográfico, estuvieron a cargo del Museo de Antioquia.

“Hoy es un día muy emocionante. yo soy sentimental y lloró. Por mi mamá lloro fácil pero hoy no he llorado, porque uno lucha por algo y cuando lo consigue, de pronto es como algo irreal. Estoy como una nube, estoy muy contento Han realizado un muy buen trabajo. En un espacio muy pequeño han logrado contar muchas historias”, expresó Alejandro Valencia Tejada, uno de los dos hijos de la maestra pereirana.

Lucy Tejada Sáenz nació en Pereira, el 9 de octubre de 1920. Es la segunda entre los cinco hijos del matrimonio de José Tejada e Ismenia Sáenz. Es hermana del también artista Hernando Tejada, de quien se encuentran algunas obras de arte público en la ciudad. Cuando Lucy tejada contaba 16 años, su familia se trasladó a Cali, ciudad que la acogió durante gran parte de su vida. Fue una de las tres primeras mujeres bachilleres del Valle del Cauca, egresadas del colegio Liceo Belalcázar en 1941. Y luego, en Bogotá, fue la primera mujer en ser aceptada y exponer en el Café Automático, lugar donde se reunían los escritores, artistas y periodistas más destacados de la época. Ya entonces, gracias a su participación en los Salones Nacionales de Artistas Jóvenes, llamó la atención de los críticos y de los otros artistas sobre su obra. Su consagración ocurre en 1957, cuando obtiene el Primer Premio en Pintura en el Décimo Salón Anual de Artistas Colombianos. En 2001 deja de pintar por causa de su avanzada edad y fallece el 2 de noviembre de 2011, después de hacer la donación de su colección privada a Pereira.

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