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Niños, niñas, adolescentes y jóvenes necesitan compartir en la escuela, así lo concluye investigación de las universidades de Manizales y Autónoma de Chile

Los cambios que se han generado en América Latina y el resto del mundo con la propagación del covid-19 en la que algunas formas de interacción social han ido cambiando, como ha sucedido en el caso específico de la educación, en el que millones de niños, niñas y adolescentes llevan un poco más de 12 meses sin ir a la escuela; han generado una serie de cuestionamientos y preguntas frente a la necesidad de que regresen a las aulas.

A propósito de ello el artículo científico: “Explorando el bienestar subjetivo y el sentido de comunidad escolar entre los estudiantes de secundaria a través de la técnica del fotovoz”, publicado por la revista Child Indicators Research, de Suiza, en el año 2019 por Julián Andrés Loaiza de la Pava, profesor e investigador de posgrados del Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud de la alianza Cinde – Universidad de Manizales, y Denise Oyarzún Gómez, investigadora de la Universidad Autónoma de Chile; ratifica que los estudiantes se sienten bien en la escuela cuando además de aprender establecen vínculos durante la interacción con padres, profesores, compañeros y otros miembros de la comunidad.

Los resultados del estudio muestran que es muy importante para los educandos darse cuenta que hacen parte de una comunidad, en este caso de la escuela o el colegio; representada en el sentido de pertenencia a un grupo y la identidad que generan con el mismo. También la satisfacción de necesidades y esa conexión emocional que se genera en las instituciones”, explicó Loaiza de La Pava.

Las conclusiones de los investigadores latinoamericanos resaltan cuatro aspectos de interés para los escolares:

  1. Ser parte de una comunidad como posibilidad de encuentros afectivos.
  2. La posibilidad de encontrarse en los espacios físicos, principalmente en los abiertos, les genera condiciones de libertad.
  3. Estar cerca físicamente les permite encontrar conexión con otros y otras que tienen ideas comunes y compartidas.
  4. La generación de amistad, en esa idea clásica de encontrar con los otros la posibilidad de placer, y esa opción de expresar sentimientos así no existan vínculos cercanos.

El artículo, deja entre otros, un hallazgo de satisfacción con la escuela dado que genera pertenencia a un círculo social integrado por pares y amigos en la escuela. Otro aspecto está relacionado con dos ámbitos emergentes de satisfacción: las actividades deportivas o recreativas y satisfacción con espacios abiertos de la escuela. “Los vínculos positivos afectivos se dan al compartir con pares y amigos en patio, comedor, kiosco, biblioteca y sala de clases. Estudiantes señalaron que se sentían bien con estas personas en espacios escolares, lo que se expresó en afectos como alegría, tranquilidad, relajo y comodidad”, mencionó Loaiza de la Pava.

#EjealDía






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